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martes, 20 de febrero de 2018


Origen de la enseñanza

Para comenzar, vamos a exponer los orígenes del acto que nos define como futuros docentes, el de la enseñanza.

La enseñanza ha tenido una presencia histórica desde antes que la propia formación de escuelas. La enseñanza es la base del progreso de la humanidad. Dado esto es posible verificar que este arte se desarrolló antes incluso que la escritura. Antes que esta nos comunicábamos y transmitíamos las enseñanzas de forma oral.


La necesidad de usar  personas  específicas para enseñar aparece en Egipto, cuando se instruía en la escritura para ejercer como escribanos. Dependiendo de la cultura, los valores que se enseñaban variaban de unas a otras: la espartana se centraba más desde los siete años en la mejora de las capacidades físicas destinadas al ejército. En Atenas dependiendo de la materia de la que se quería instruir se contrataba a un maestro para impartirla a cambio de un sueldo. Se impartían tres tipos de formación profesional: la paidotribes, encargado del desarrollo intelectual, la grammatica, impartiendo la escritura y lectura, y la kitharistés, una especie de educación física para desarrollar la forma física. Algo parecido ocurrían en Roma.

En la época medieval, el cristianismo y la religión tuvieron un papel fundamental para la creación de escuelas destinadas a la traducción de escritos en su mayoría, ya que contaban con gran riqueza.

Hasta el siglo XIX no se formó ninguna escuela con profesores, pero nunca se ha dejado de luchar por una mejor especialización de su carrera o sus métodos de enseñanza al igual que del comportamiento y el entorno de los alumnos. (El profesor a lo largo de la historia, 2016)

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