Qué no me gusta
Durante la clase de Sociología y Pedagogía se han expuesto una serie de trabajos de los cuales he encontrado uno, mas que los otros más interesantes:
Uno de
los trabajos expuestos en clase hablaba de la propia imagen del cuerpo desde la
perspectiva de niños, jóvenes y adultos, preguntando sobre su propio cuerpo y a
más personas sobre el cuerpo de otras.
Los
resultados de estas encuestas y preguntas eran en su gran mayoría que siempre
había algo de su cuerpo que no les gustaba y que preferirían tenerlo de otra
forma. Me sorprendió que hasta los más pequeños contaban con esta opinión.
Algunos
de ellos decían que no les gustaba su tripa por estar gordos, otros su nariz,
su cara, sus pies y manos, y se nos preguntó en clase cómo podíamos hacer en
nuestras futuras aulas para que consiguiéramos que esos niños se sintieran bien
consigo mismos.
En esta
ocasión nos centrábamos en los niños que tenían sobrepeso, y algunas de las
soluciones que pusieron fueron el intentar ver el lado positivo de sus
problemas. En contraposición, en mi opinión no creo que la solución esté en ver
el lado positivo de los problemas,(algo que en cierta medida si es
recomendable) pero creo que es más importante hacer ver a los niños la mejor
opción para ellos, la más saludable . La solución se encuentra en la búsqueda
de métodos, ejemplos de por qué tener problemas de sobrepeso tienen sus malas
consecuencias y la explicación de las aportaciones positivas que tiene el tener un cuerpo
saludable y cuidarse, entre ellas el sentirse mejor con uno mismo física y
mentalmente, una mejor actuación en el ejercicio físico y el juego, etc….
Un
educación a tiempo puede dar como resultado un cambio de personalidad a mejor y
una maduración mental de la
responsabilidad hacia uno mismo.
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